lunes, febrero 27, 2006

Marvin Camacho, Goya y una sinfonía...

El sueño de la razón produce monstruos..., escribe el Maestro Goya, lo que en el caso de realizar un breve comentario sobre La "Sinfonía Nº 1 en tres cuadros orquestales inspirados en tres obras de Francisco de Goya y Lucientes"(1), del compositor costarricense Marvin Camacho (n. 1966), me recuerda la frase de Albert Einstein: La teoría es asesinada tarde o temprano por la experiencia.

Escrita en Costa Rica, bajo la referencia de imágenes re-producidas, y el imaginario del compositor...y estrenada en Madrid, en la Iglesia de San Antonio (Bravo Murillo 150), a unas 11 paradas de metro del denominado "círculo de oro", circunferencia que ubica entre otros, al Museo del Prado y la Real Academia de San Fernando, donde se exponen "los originales". Y contando con la asistencia de un público distinguido, entre los que se cuentan el catedrático español Ismael Fernández de la Cuesta, y el cuerpo diplomático de la Embajada de Costa Rica en Madrid. La obra de Camacho podría ser abordada como una "experiencia de realismo mágico", no solo desde la partitura, sino desde el evento que se desarrolló alrededor de su estreno. Un "realismo mágico", que como denominación de estilo categórica, acuñada por el propio autor, no deja de cumplir una función algo metafórica, lo cual amerita hilar más fino de lo que este breve comentario permite...quedan las comillas abiertas para discusión...

Esta obra de Camacho, escrita para el formato orquestal del siglo XVIII, conformada por 2 flautas, 2 oboes, 2 fagotes, 2 cornos, conjunto de cuerdas y 2 timbales, concebida bajo el gesto musical de Camacho, fuertemente polirítimico e idiomáticamente percusivo quasi pianístico (para usar un término ilustrativo), y guardando ciertas pautas de la estética contrastante entre movimientos de las sinfonías "clásicas", especialmente de la Nº 5 en Sib Mayor de Franz Schubert, con la cual comparte no solo los ejes métricos sino la re-lectura del concepto, en una especie de acotación de homenajes (recordando la propia re-lectura de Schubert respecto a Mozart, en el caso de esta última). A lo que se suma la cita de tres obras del emblemático creador español Francisco de Goya (1746-1828), contemporáneo de Schubert...(?!)...esta obra de Camacho plantea una paradoja donde una especie de "procesión-danzón", timbre atonal y cierto "cante", no dejan de subrayar con cierta "ironía" su propuesta "sinfónica". Y hablo de ironía como recurso epistemológico, como forma de acceder al conocimiento, como acto de lenguaje.


Resumidamente puede decirse que Camacho desarrolló su Sinfonía Nº 1, de la siguiente forma:

* I movimiento -"El Pánico": óleo de Goya, 1808-1812, que forma parte de "los testimonios pictóricos de Goya sobre la guerra de la independencia que pueden resumirse en sus dos grandes composiciones del 2 y del 3 de mayo, la serie de grabados de los Desastres de la guerra y este enigmático cuadro, que en el inventario de los bienes de Goya de 1812 lleva por título Un gigante, y que por similitud con un grabado recibe el nombre de El coloso, a pesar de que en el catálogo del Prado esté citado como El pánico"(2). En la lectura de Camacho, este primer cuadro-movimiento trata de establecerse sobre la imagen de una "estructuración del caos" en tres secciones: Allegretto, Lento, y una codetta en Andante, construídas sobre la células rítmicas del trecillo, el saltillo, el docillo y la síncopa, recurrentes en los movimentos siguientes.

* II movimiento -"Peregrinación a la fuente de San Isidro": óleo de Goya, 1820-1823, perteneciente al conjunto denominado "Pinturas Negras"; sobre el que Camacho propone una marcha procesional en 6/8, monotemática, sarcática y delicadamente monstruosa.

* III movimiento - "El ensueño de la razón": grabado de Goya, Capricho Nº43, 1793-96, uno de los más conocidos del autor. Sobre esta idea Camacho construye los motivos germinales de los dos movimiento anteriores, hecho circunstancial y "arquitectónico", que tiene que ver no solo con la "idea" de forma sonata de la sinfonía, sino también con el hecho de ser el primer movimiento que Camacho escribe...(he ahí la paradoja de la frase de Goya con que se inicia este texto)...este movimiento esta diseñado tripartitamente, donde la sección contratante es una especie de danzón que se opone a una marcha feroz.






LAS IMAGENES:



(I)



















(II)















(III)

















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Sobre esta obra, quizás pueda hablarse de un "escrito-pintado", a la manera de Facundo Tomás, donde la Sinfonía Nº1 de Camacho sea una especie de hipertexto a la cultura contemporánea, esto antes de que sea incluida dentro del cliché de "obra latinoamericana", forma usual y facilita, que representa una de tantas "imágenes de marca" y de mercado que permiten por lo general incorporar obras de autores "periféricos" al repertorio "central" . Abra que ver que pasa con ella en el futuro.
Por ahora es importante señalar que antes de generalizar bajo el canon de la "territoriedad" geográfica a una obra, o a una persona, se debe platear la partitura como testigo de una experiencia, que nos abre ventanas a nuestras propias limitaciones teóricas, en la dinámica de la diversidad y la ironía de nuestra condición

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NOTAS:
(1) Premier mundial: 24 de febrero del 2006, ciudad de Madrid, España, Orquesta Sinfónica de la Universidad Rey Juan Carlos, Susan Campos directora invitada.
(2) http://cv.uoc.es/~991_04_005_01_web/fitxer/perc83.

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