martes, agosto 08, 2006

Quijotes y Meninas





"Yo sé quien soy -respondió don Quijote-, y sé que puedo ser,..." (1)




Leyendo "El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha" de Miguel de Cervantes Saavedra o hallándome ante Las Meninas de Diego Rodríguez De Silva y Velázquez me he preguntado : ¿prestamos realmente "atención" o sólo tenemos afición a una excesiva dependencia respecto al conocimiento racional y sistemático para disimular una conciencia desordenada? ¿Por qué todavía la diatriba hamletliana se mantiene ante nosotros como el enigma de la esfinge: quiénes somos, para qué estamos?

Pero en Las Meninas y El Quijote, parece que el enigma toma cuerpo y susurra lo evidente, tan evidente que nuestra racionalidad queda atónita ante la solución.



A este respecto Saul Bellow propone una imagen clara en sus propios recuerdos: "De manera que uno se instala en su habitación de tres dólares, ansiosamente civilizada con libros (principal apoyo en la vida) y unos cuantos carteles del Instituto de Arte: un Job de Velázquez que decía Noli me condemnare, un Don Quijote de Daumier cabalgando con imprecisos rasgos por el páramos castellano; y en ese polvoriento cubículo uno comprendía que se había apartado de la norma, que era un inconformista, un tipo raro", y prosigue, (...)"...cuando vuelvo a pensar en mi vida de intérprete, suele venirme a la memoria una frase de uno de los ensayos de Samuel Butler: La vida es como dar un concierto de violín al tiempo que se aprende a tocar el instrumento sobre la marcha, a lo que yo añado entonces que en la sala de conciertos reina un desmadre alcohólico y nadie presta atención a la música". (2)


¿Acaso el enigma nos pone en obligación de encarar que asumimos una actitud de fracaso periférico ante lo que un núcleo esquivo "es" a toda la técnica civilizada?, damos vueltas y la única solución que encontramos es poseer cosas, identificar cosas, teorizar, cosificar, y por qué no, vivir acomodadamente como Sartre y Simone... pero aún así, la posibilidad de "más allá" se no sigue escapando.

Es gracioso experimentar la fama de un clásico en los ojos de quienes lo diseccionan y quienes lo esquivan, y entrar en contacto con la indiferencia que esta presente en ambas experiencias. Somos indiferentes porque nuestras relaciones existen colateralmente al intercambio mercantil, a la producción y reconocimiento de "Héroes, patriarcas y monstruos" (citando a Enrique Gil Calvo), por lo que el tipo de orden que experimentamos es en sí mismo tan sólo un efecto colateral de nuestra conciencia desordenada, de nuestro deseo absurdo de tan sólo ver "quijotadas y sanchadas" (citando a Cervantes), de no ir "más allá", de no enfrentar el enigma, acercándonos más a ser discípulos de Alonso Fernández de Avellaneda que de nosotros mismos.

¿Quién puede vivir loco y morir cuerdo?¿Quién puede ser el que sale por la puerta?



















Joel-Peter Witkin, "Las meninas" (3)



___________________________
NOTAS:
1. Cervantes, Miguel de, "El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha", Ed. VI Centenario, Ayuntamiento de Catilla-La Mancha, 2005, pp. 66.
2. Bellow, Saul, "Todo cuenta", Ed. Círculo de Lectores-Galaxia Gutenber (2005), pp. 156 y 209.
3.
Respecto a las otras imágenes, estas son detalles, uno de la obra de Velázquez datada en 1656, y el otro, de su homólogo en un "estudio" sobre la misma obra realizado por Picasso en 1957.

1 comentario:

Anónimo dijo...

He entrado a "quijotes y meninas" por que he visto un comentario que dejaste en otro blog, y debo reconocer que me intereza mucho esta pagina. Puedo recomendarte blogs, www.cloporto.com, http://anonima.blogspirit.com, http://blogs.periodistadigital.com, entre muchas mas.

Saludos!!