miércoles, julio 12, 2006

La elección de Paul Wittgenstein

Los seres humanos vivimos divididos, creemos que tenemos que elegir entre los "ideales", pero esto es una versión simplista de la elección, pues los ideales son representaciones, deseos que, aunque nuestra época aparenta olvidarlos, yacen en la necesidad de auto trascendencia y autodestrucción.


Pero la elección puede ser una acción de otro, una acción que parece no tener nada que ver con nosotros, y entonces nos volvemos uno con la elección aparentemente indirecta, uno con la casualidad, como por ejemplo, con el Concierto para la mano izquierda (1931) de Maurice Ravel, escrito para su amigo el pianista vienés Paul Wittgenstein (quien había perdido su mano derecha en la I Guerra Mundial).

Esta obra es para mi como uno de los Silmarils de JRR Tolkien, una luz que revela la luz de quien lo mira, una herida de luz en el camino. Wittgenstein estaba amputado, pero la música seguía en él, como la herida de un brazo que ya no está. Y su elección de seguir utilizando el piano, y la elección de Ravel de concebir un concierto para él, donde la cultura de la guerra y el crimen no parecen tener fin, se vuelve un acto en nombre de la paz y la auto reconciliación con uno mismo, donde la música no es el fin, sino el camino a la elección.



4 comentarios:

baldur dijo...

Susan -
estoy leyendo tu blog desde hace bastante tiempo y me gusta mucha la eleccion de tus temas y lo que escribes. El concierto pour la main gauche es una pieza favorita mia, tambien. Sobre todo, porque esta llena de orgullo -- no tiene nada de un musico incapacitado-- documento de que el alma sobrevive la guerra. La he dirigido ya dos veces, pero siempre me impresiona siempre que el piano suena tan lleno y fuerte como tocado con dos manos o tres, incluso. Y es la obra mas fuerte de Ravel, para mi.

Anónimo dijo...

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Anónimo dijo...

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Alma BV dijo...

Me agrada que te ocupes de la singular vida de Paul wittgenstein, hermano de Ludwig Wittgenstein el gran filósofo del siglo XX que seguimos leyendo.