lunes, septiembre 18, 2006

Ser en el Laberinto


La Vida es un laberinto, y no siempre se vive para encontrar la salida, sino solo para hacer el recorrido. El asunto es que al ser un laberinto, tampoco se sabe donde se encuentra uno, igual te puedes subir a las paredes para mirar por arriba y tratar de ubicarte, o de repente encontrarte con un hilo de Ariadna, o con un Minotauro, es más, incluso puedes ser un Teseo heroico y traidor, o un Baco enamorado de la Ariadna abandonada; hasta te puede tocar ser el Minotauro que se encontraba tan en paz dentro de su casa (pues el laberinto es su casa), y de repente ser atacado por un Teseo que sin más te corte la cabeza.