viernes, julio 28, 2006

"Kôkaku Kidôtai" en el pensamiento musical


















Esta Era Biotecnológica que nos ha tocado vivir, existe en una forma de ver el mundo, una visión entre la carnalidad y un ideal de la máquina, por lo que, si se aborda a la Música como a un modelo de lo humano, dicho ideal se puede ver metamorfoseado por las aristas de este enfoque, tanto en el acto de componer, como en el de improvisar y ejecutar. Partiendo de que son criaturas humanas las que producen el susodicho pensamiento musical y las que construyen la Era.

Las posibilidades de la biotecnología transforman el mundo y sus metáforas - utilizando un gesto conceptual de Susan Sontag-, lo cual se filtra en la ideología del quehacer musical como arte en el imaginario de lo humano. Teodoro Adorno lo expone ya en la postguerra del siglo XX: "The inhumanity of art must triumph over the inhumanity of the world for the sake of the humane" (1). Pero, dicha aseveración lleva a una pregunta: ¿Qué es, qué significa
humanidad?


Acotando al extremo una pregunta de semejante envergadura, la cual ya ha hecho correr "ríos de tinta" - o de petróleo, los cuales yacen ardiendo en medio oriente como los libros en la repisas que contiene dichos discursos- puede ser también una paradoja, como la que se muestra en la idea de una identidad de ser humano y lo particular de su existencia, en conflicto dialéctico con la inteligencia artificial. Paradoja presentada en
Kôkaku Kidôtai, serie manga escrita en 1989-1991, creada por Masamune Shirow, (llevada al animé como Ghost in the sell, película animada de 1995, dirigida por Mamoru Oshii.).

En esta obra, Shirow representa los conflictos internos y externos acerca de la propia naturaleza de
lo humano. Su protagonista, Kusanagi, es una voluptuosa y andrógina mujer que puede perfectamente representar la carnalidad humana "moderna". Su conciencia reside en lo único que conserva de su cuerpo orgánico humano, su cerebro, el cual ha sido intervenido tecnológicamente he instalado en un cuerpo cibernético (un cyborg).













Su cerebro (como representación de
su mente), puede unirse temporalmente, por medio de redes virtuales, a otras entidades y mentes. Pero, lo más interesante es que (por diferentes razones de la trama) decide unirse permanentemente a una entidad autónoma de inteligencia artificial, que existe, (no queda claro si creada o generada espontánea) en la sinergia virtual. Esta unión y propuesta de compartir la conciencia y el cuerpo de Kusanagi, tiene "la intención de sacar a relucir aún más dudas acerca de la naturaleza de la identidad humana", y es reflejo de "un mundo donde la conciencia humana ya no es algo tan particular." (2)


Pero esta visión, aparentemente anti-antropocéntrica, no deja de ser una visión humana, una visión de los propios conflictos de esta conciencia. Conflictos que se proyectan sobre el ideal de la máquina y la inteligencia artificial, los cuales son utopías distópicas de un deseo carnal de perfección y control del ser humano, proyectado a través de su creación: la máquina. En este sentido es importante destacar que este acto de unión, de compartir y coexistir en el cuerpo de otro, no deja de ser la metáfora de un acto erótico, que aporta carnalidad y conciencia a lo humano, por medio de la metonímica de lo anti-humano: la máquina. En palabras de Peter Franklin: "A total collapse of belief in the self as a basis for the expression of transcendent truth, has guiltily adopted the objective observational zeal of the natural-scientist as the only permissible basis for affective enthusiasm. It is a music which seeks not imitatio Dei but imitatio naturae; that the work should become a model of scientifically perceived nature rather than a troubling mirror of the self". (3)

Así que, de imitar a la
Naturaleza o a Dios se a pasado a imitar a la Máquina, en la necesidad potable del Ser, en su afán de conocer en que consiste su condición, su integridad, Su Ser, no dejamos de imitar nuestra creación. Por lo cual toda idea de pensamiento musical no será más que una versión de nosotros mismos, o de lo que creemos que deberíamos ser. La pregunta de una musicalidad implícita en el ser humano, ya plateada por John Blacking, consiste en que la criatura humana se pregunta, ¿en qué consiste lo humano? Y en qué consiste lo humano respecto a la Naturaleza, Dios y la Máquina como un Todo. En este sentido, ¿cómo se pretende plantear la mente, el cerebro, como un ecosistema de ideas, de información? Y al ser humano, como vehículo de dichas ideas, como cuerpo compartido, como elección e inclusión de sí mismo, su auto creación y destrucción.













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NOTAS:
1. Adorno, Teodoro. "Philosophy of Modern Music", tr. A. G. Mitchell and W. V. Bloomster (London: Sheed and Ward, 1973), pp. 132
2. Ambas en: http://es.wikipedia.org/wiki/Ghost_in_the_Shell
3. Franklin, Peter. "The Idea of Music: Schoenberg and others", British Library Cataloguing in Publication Data (1985), pp. 105

RECOMENDACIONES PERSONALES:

-Asimismo les recomiendo leer el artículo de Luis F. de Oliveira y Edson S. Zampronha "EL COMPUTACIONALISMO CLÁSICO Y EL MODELO DE UNA MENTE CREATIVA EN COMPOSICIÓN MUSICAL". Dicho artículo es un ejemplo del caso de un pensamiento musical como modelo de Lo Humano en relación con la Máquina y la biotecnología.
-Aprovecho para enlazar un blog donde se ilustrar dicho artículo de una forma muy interesante: Music from Rusia

SOBRE LA PELICULA EN CUESTION
-Para acceder al sitio web oficial sobre la película animada en cuestión (sinceramente una obra de culto).
-Un ejemplo para meditar es la propia banda sonora de Ghost in the sell. Puede escuchar en su ordenador los temas disponibles.



1 comentario:

Anónimo dijo...

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